Es verdad que Fernando hace poco que ha obtenido el título de Master of Wine, pero eso no significa que vaya a dejar de seguir aprendiendo. Todos los meses dedicará parte de su tiempo a visitar a los viticultores más importantes del mundo, a los que admira. De ellos aprenderá las técnicas y prácticas nuevas que pondrá en práctica en Frontonio, como parte de su búsqueda permanente por elaborar los mejores vinos de nuestro pequeño rincón de Aragón.
Fernando dedicó la última semana de febrero a visitar una de las bodegas que más le gustan en Burdeos: Château Pichon Baron. Viajó hasta allí con el propósito de aprender a mejorar la crianza o êlevage de los vinos de Frontonio.
Durante esos días puso en práctica tanto la trasiega artesanal con una vela como la innovadora técnica de limpieza de las barricas con luz ultravioleta. También descubrió el moderno sistema que utilizan en el afamado château para evitar que se falsifiquen sus botellas. Tuvo la suerte de asistir a una cata vertical de Pichon Baron del 2005 al 2015 y participó en el coupage de la última añada, lo que le permitió catar vinos procedentes de la misma parcela y añada que se había sometido a una fermentación maloláctica y habían envejecido en trece barricas diferentes; así aprendió cómo este proceso influía en su sabor y aroma. Se anotó los datos de los toneleros que más le gustaron (Paco ya se está apretando el cinturón) para comprar algunas barricas y llevárselas a Aragón.
Aprendió otra técnica en las viñas y ahora pretende aplicarla en las suyas de las Bodegas Frontonio: el uso de cultivos de cobertura para recuperar los suelos de Burdeos, dañados durante años por el uso de agroquímicos.
Durante esos días Fernando también pudo rememorar uno de las primeras labores a las que se dedicó cuando empezó con Bodegas Frontonio y no tenía dinero para comprar una etiquetadora: pegar las etiquetas a mano. Así que, si tiene la suerte de hacerse con una botella doble magnum de Pichon Longueville Baron 2015, piense que un verdadero MW pegó esa etiqueta.
Y hablando de MW, Fernando se pasó a saludar a los alumnos del segundo nivel en Château Pey La Tour. Les transmitió toda su admiración y les aseguró que se veía reflejado en ellos, ya que todavía recordaba como si fuera hoy el tiempo que pasó estudiando hace dos años.
Aunque el trabajo de esa semana resultó intenso, Fernando aseguró que descubrir lo que se cocía en las entrañas de la bodega de una de las denominaciones de origen más reconocidas del mundo no fue todo sufrimiento, ya que durmió en una de las torres del castillo y salió por la mañana a correr por las viñas. El resto de equipo de Frontonio no sufrió mucho por él.
Muchas gracias a Christian Seely, Jean-René Matignon, Alexandra Lebosse y al resto del equipo de Château Pichon Baron, de AXA Millesimes, por formar parte de la historia de Frontonio y ayudarnos a mejorar nuestros vinos.