“Raventós i Blanc es una de las más largas tradiciones vitivinícolas documentadas del mundo. La granja familiar donde hoy nacen nuestros vinos, pertenece, desde el año 1497, a la familia Raventós. Cinco siglos de dedicación al cultivo en estas 90 hectáreas de viñedos y bosque, y una saga ligada a esta tierra generación tras generación. Hoy, esta finca de viñedos, bosque y lago se mantiene unida, con 44 parcelas, que la actual vigésimo primera generación –Pepe Raventós– cultivan de acuerdo a la viticultura biodinámica. Raventós i Blanc, fiel a la tradición, sitúa la relación entre el hombre y la naturaleza en el centro de su filosofía de elaboración.”
Recuerdo cuando concí a Pepe. Era mi primer viaje con mi distribuidor en EEUU y después de hacer la “típica” miniferia, fuimos a cenar los productores junto a nuestro importador en San Francisco. Corría el 2015. En esa cena recuerdo que conocí a un peculiar elaborador que andaba descalzo, contando historias muy divertidas alrededor de varias botellas de vino compartidas.
Desde el primer momento me pareció una persona educada, culta y agradable, así que al llegar al hotel me puse a buscar sobre él y recuerdo que me llamó poderosamente la atención que una persona que provenía de una familia muy especial en el mundo del vino, fuese tan humilde y accesible.
Durante varios años nos fuimos viendo aquí y allá, en ferias, eventos de vino y demás saraos, pero realmente tuve la oportunidad de conocerlo cuando estaba escribiendo mi “Research Paper”(tesis) para conseguir el titulo de Master of Wine. Mi tesis versaba sobre la búsqueda de un sistema de clasificación útil para las DOP de España, teniendo en cuenta que el vino en nuestro país se clasifica generalemente por su crianza (tiempo que el vino ha permanecido en barrica y/o en botella).
Uno de los primeros pasos era entender si los productores estaban satisfechos con sus DOP en materia de clasificaciones, y Pepe era una de las personas idóneas para entrevistar (Raventós i Blanc abandona la DOP Cava en 2012).
Recuerdo escribirle un correo electrónico y rápidamente me confirmó que fuese a verle a bodega (cuando conocí a Pepe vivía en New York con su familia puesto que estaba inmerso en su expansión en EEUU, pero cuando fui a visitarlo había vuelto a casa y residiendo en su propia bodega.
Estuvimos charlando durante mucho rato en un bonito sofá marrón a la entrada de la bodega, disfrutando de varios espumosos. Entre ellos, hubo dos que me fascinaron; Textures de Pedra y por supuesto Mas del Serral. Me gustó mucho todo lo que aprendí sobre su visión de las clasificaciones, el valor del hecho de diferenciarse, la importancia del lugar y la necesidad de poner reglas estrictas que garantizasen el vino final.
Al terminar me invitó a su casa a cenar, ya que venía un importador a visitarle. Tuve además la oportunidad de conocer a su maravillosa familia (su mujer Susana y sus tres hijos), y sobre todo, de aprender de una persona que está cambiando las cosas y que demuestra que las nuevas generaciones pueden adaptarse. Muy amablemente, Pepe introdujo mis vinos a los otros invitados y gracias a su labor hoy me representan en South Carolina.
Si lees esto Pepe, muchas GRACIAS.
Sin embargo, la bravura de Pepe proviene ya de sus antecesores; su abuelo tomó la decisión de disgregarse de Codorniu en los años 80, y ahora él vuelve a los orígenes apostando por variedades locales, viticultura biodinámica, elaboraciones sin sulfuroso y espumosos precisos, tensos y sápidos.
Lo que más me gusta de Pepe es que es una persona culta y sabia, capaz de buscar su propio camino y hacerlo bien. Una persona que no se preocupa de lo que dirá la gente, y eso algo muy a tener en cuenta. Pepe aparece en el libro de Los Nuevos Viñadores de Luis Gutiérrez. A priori, él parece no ser el típico viñador por concepto; no obstante, su sueño de vivir en la finca, la masía, el trabajo tradicional, el arraigo a las costumbres de la tierra y su amor por el Penedés, lo convierten sin lugar a dudas en EL VIÑADOR del Penedés, más concretamente en el viñador de la Conca del Riu Anoia. Leed a continuación su bonita filosofía:
“La finca Raventós i Blanc, una granja en manos de la misma familia desde hace más de cinco siglos, sigue siendo a día de hoy un organismo vivo, cuya voluntad es potenciar las tradiciones ancestrales de la vida campesina de una masía del Penedès. Se trata de una finca 100% biodinámica que persigue la creación de las biosinergias, una filosofía vitícola en la que la tierra, las plantas, los animales y el hombre trabajan juntos en una misma unidad agrícola.”
Desde el principio siempre me trató con respeto, incluso cuando mis ideas e intenciones iban por delante de mi proyecto real y también de mis vinos. Eso no se olvida. Recuerdo cuando vino a visitar Bodegas Frontonio con su compañero Joan Munné (Director técnico de Raventós i Blanc), visitando primero El Jardín de las Iguales y posteriormente las cuevas de nuestra bodega. Me encanta recordar cómo se emocionó con nuestro proyecto vital de una manera sincera. Para mí, personalmente, es un orgullo que una persona así se enamore de nuestro trabajo.
Textures de Pedra recibe su nombre por el viñedo del que proviene -la Vinya Més Alta- situado en la cima del Turó del Serral, la altitud máxima de la finca donde los suelos muestran una textura pedregosa. La geología de estas parcelas hace que las raíces de las cepas tengan que ir a capas mucho más profundas para buscar agua (son suelos más frescos), y eso proporciona una uva que favorece la elaboración de vinos más concentrados y con mayor estructura.
La variedad Bastard Negre es la variedad tinta que históricamente predominaba en la finca. No hay que confundirla con el Bastardo Atlántico. El Bastard proviene seguramente del Bastardo Nero plantado en Cerdeña, y que se fue extendiendo por la península hasta La Rioja, lugar en se denomina Graciano.
El Bastard Negre utilizado para este espumoso se plantó en 1974, y el material vegetal es una selección masal de la finca. Es una variedad que mantiene muy bien la acidez -de pH bajos-y es interesantísima para la elaboración de vinos espumosos de larga crianza si se vinifica como un blanc de noirs.
La Sumoll es una variedad autóctona tinta casi desaparecida y que están recuperando. Complicada para trabajos agrícolas, medianamente vigorosa y de alta producción, se adapta a la perfección a su clima mediterráneo. Los vinos resultantes suelen ser de baja intensidad colorante, frescos y rústicos. Vinificados como un blanc de noirs nos da vinos con buena estructura, elegantes, bajos de pH y con una acidez magnífica para los espumosos de larga crianza.
La Xarel·lo Vermell es la hermana de la Xarel·lo y , casi desaparecida, es una variedad de piel rosada, rústica en agricultura y de lenta maduración, que conserva muy bien la acidez y permite elaborar vinos frescos, voluminosos y estructurados como base para los espumosos de larga crianza.
El vino es un ensamble 50% Xarel·lo Vermell, 25% Sumoll, 25% Bastard Negre, la añada es 2015 y la producción total 7900 botellas. Cuando hablé con Pepe para invitarle a participara en The Garage Wine Club enseguida supo qué espumoso quería compartir con todos nosotros. Nos sentimos muy honrados pudiendo ofreceros este gran vino en la selección de la caja Latente, que os llegará en día 15 de Diciembre y en la cual encontraréis incluida esta botella para brindar por -o con- los vuestros en esas fechas.
SI te apetece saber más de The Garage Wine Club, presiona el botón y podrás descubrir la selección de vinos para la próxima caja “Latente”