Todos los meses mostraremos lo que ocurre en la viña y en la bodega, e invitaremos a los miembros de nuestro equipo a que participen: Fernando Mora MW (¡desde cualquier parte del mundo!), Francisco Latasa y Ana Jiménez (en la oficina) y Mario López (por lo general, desde las viñas).

Nos angustia que la fruta se pasifique y hacemos todo lo posible para evitarlo. El problema es que todas las uvas pasas saben igual, ya sea la garnacha pasa de Campo de Borja, la monastrell desecada de Jumilla o incluso las uvas pinot noir sobremaduradas de Côte de Nuits, y se obtiene un sabor a fruta cocida en lugar de una identidad propia. Buscamos el fruto fresco y terso de una garnacha firme y perfectamente madurada para que Mario y Fernando puedan disfrutar de su último entretenimiento: una mesa de selección vibrante. Está hecha de acero inoxidable y es una manera higiénica de introducir una segunda fase de selección en la que trabajan cuatro personas que están alrededor; ellas se encargarán de seleccionar las uvas, que ya se han escogido y recogido a mano de la viña, cuando lleguen a la bodega. También incorpora una rejilla para drenar el mosto de los frutos que se hayan aplastado un poco y evitar que la fermentación se produzca antes de tiempo. Otro de los motivos por los que nuestros vinos continuarán siendo cada vez mejores.